EQUIPO
La diversidad de habilidades es nuestra mayor fortaleza.
¡Conoce a nuestro increíble equipo!
Alcanzar 95 años quiere decir mucha resistencia al paso del tiempo, adaptarse sin traicionar lo que eres, conservar una identidad.
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Ambiente con historia: Al entrar, se siente un viaje al pasado. Elementos originales como el mostrador de mármol, una auténtica máquina Berkel para cortar embutidos, la caja registradora antigua, techos bajos, mosaicos de azulejos, latas alineadas en estanterías… Todo ello contribuye a que La Pineda tenga un encanto muy especial que no se encuentra en cualquier tienda moderna.
Selección de productos: Embutidos ibéricos y de otras partes de España, quesos nacionales e internacionales, conservas de primera calidad, platos fríos, rotisserie, etc. Además de la venta para llevar, también es posible disfrutar en el local de degustaciones.
Atención familiar: La gestión ha permanecido en manos de la misma familia desde la adquisición por Florencio Mir, lo que ha permitido conservar no solo el estilo original, sino también un trato cercano, amable y una dedicación al cliente que muchos locales pierden con los años.
Valor patrimonial: Además de ser parte de las “Ruta dels Emblemàtics” de Barcelona, el establecimiento se considera un local histórico por su antigüedad, por conservar elementos arquitectónicos y decorativos con historia, y por su presencia continuada en el barrio más antiguo de la ciudad.
Es una joya viva del paisaje gastronómico de Barcelona: parte de su patrimonio intangible, de lo que le da carácter al Barri Gòtic. Un negocio que sin alardes, con modestia, aporta riqueza cultural y sabor.